¿Qué son los chicharros y cómo invertir en ellos? Parte II
La semana pasada iniciamos un artículo en el que tratamos de explicar un valor muy interesante dentro de mundo de la bolsa y de la renta variable. Se trata de los chicharros, nombre que reciben en nuestro país todas aquellas empresas con una cuenta de resultados muy ajustada y un nivel de endeudamiento por encima de la media. Un tipo de activo muy cotizado por los inversores más agresivos y que se caracteriza por sus grandes fluctuaciones. Y es precisamente por este motivo por el que se puede obtener de ellos una excelente rentabilidad. Al ser un activo tan voluble solo es recomendado para los inversores más arriesgados. Para poder jugar con los chicharros y no morir en el intento hay que saber cómo invertir en ellos. Y la forma más sencilla de aprender a hacerlo es saber diferenciarlo del resto de activos.
En el artículo previo dimos algunas normas para aprender a distinguirlos. Por ejemplo, el hecho de que no reparten dividendos o la poca liquidez que ofrecen. Veamos algunos más de sus rasgos característicos.
Cómo distinguir los chicharros
Se caracterizan por su extrema volatilidad
Los chicharros no son valores para todos los gustos. Su extrema volatilidad los convierte en un auténtico peligro. Pero también en una manera arriesgada de conseguir grandes intereses. Este tipo de valores siempre cotizan bajo fluctuaciones extremas. En una misma sesión bursátil un mismo chicharro puede llegar a fluctuar hasta un 30 % al alza o a la baja. Por ello no son aptos para todo tipo de inversores. Nunca hay que forzar la permanencia en un chicharro porque en ese momento se encuentre al alza. Es posible que en pocas horas la situación sea precisamente la contraria.
Los chicharros suelen cotizar por debajo de la unidad de euro
Esta característica propia de los chicharros hace pensar a muchos inversores incautos que se trata de valores a muy bien precio. Pero esto no es cierto. De hecho en muchas ocasiones suelen estar muy caros. Además, no hay que olvidar que una variación de pocas décimas en su valor puede suponer que la volatilidad de este tipo de valores bursátiles se dispare.
Los brokers no suelen contar con este tipo de valores
Lo habitual es que los analistas financieros o los clásicos brokers no recomienden nunca este tipo de valores a sus clientes. Por tanto será complicado que sepas cómo valorarlos y evaluarlos a falta de una opinión más profesional.
Las empresas que se encuentran tras los chicharros pueden estar cerca de la quiebra
La mayor parte de las empresas que están tras los chicharros tienen graves problemas empresariales. Por este motivo en cualquier momento pueden quebrar y sus valores desaparecer. Puedes ejemplos de esta situación con otras empresas de este estilo. Por ejemplo Pescanova o Terra. Esta posibilidad puede dar al traste con tu inversión y hacerte perder todos tus ingresos.
Esperamos que estas pequeñas indicaciones te ayuden a distinguir fácilmente este tipo de valores bursátiles. Los chicharros pueden ofrecerte mucha rentabilidad si eres un inversor agresivo que no teme los riesgos pero insistimos en que este es muy elevado y son muy difíciles de controlar. Tenlo siempre en cuenta antes de decantarte por este tipo de inversión en renta variable.