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Invertir en un plan de pensiones. Ventajas y desventajas, parte II

Invertir en un plan de pensiones se está convirtiendo en una necesidad a largo plazo para todos los españoles. Sobre todo si tenemos en cuenta la mala gestión administrativa que se está realizando actualmente de las pensiones públicas por parte del Gobierno.

La edad más aconsejable para comenzar con este tipo de inversión según los expertos son los 30 años. La semana pasada iniciamos un artículo en el que comenzamos a tratar las ventajas y desventajas de invertir en un plan de pensiones. Hablamos de ambas vertientes a nivel fiscal y también en cuanto a la liquidez que producen este tipo de inversiones. Esta semana queremos rematar el estudio hablando de las rentabilidades que se pueden obtener en un plan de pensiones. Tratemos el tema con más calma.

Invertir en un plan de pensiones. Ventajas y desventajas en cuanto a rentabilidades.

El plan de pensiones no solamente es una inversión a largo plazo para disponer de capital cuando seamos mayores. Es también un método de obtener rentabilidad por nuestros ingresos y mantener seguro el capital durante mucho tiempo. Se espera de este tipo de planes que generen unos rendimientos que, como mínimo, han de ser superiores al coste de vida de cada momento.

Los fondos de pensiones no dejan de ser muy similares en su funcionamiento a los fondos de inversión en los que ingresamos capital a cambio de beneficios. Por este motivo la estructura interna de un plan de pensiones es prácticamente idéntica a la de los fondos de inversión. Esto significa que existen diferentes posibilidades para invertir (más o menos agresivas) y diferentes opciones de obtener un beneficio por ello. Se puede contratar un fondo de pensiones de renta variable a corto plazo o de renta fija a largo.

Ventajas

Estas características de los fondos de pensiones permiten a los ahorradores crear un plan de pensiones adaptado al tipo de cliente que sea. Es decir, que se pueden:

  • Adaptar los resultados a nivel temporal teniendo en cuenta la edad del cliente y el tiempo que tiene para invertir y cobrar su futuro plan de pensiones.
  • Adaptar el plan de pensiones al nivel de riesgo que el ahorrador está dispuesto a asumir. Se pueden así crear pensiones de renta variable mucho más lucrativas o de renta fija según la aversión al riesgo del cliente.
  • Adaptar el plan de pensiones a la situación actual del mercado para sacarle el máximo rendimiento posible.

Realizar un seguimiento periódico de este tipo de acciones supone obtener la máxima rentabilidad posible de nuestro futuro plan de pensiones.

Desventajas

Pero no todo son ventajas en cuanto a la rentabilidad de los planes de pensiones que se contratan. Si se comparan con la rentabilidad a largo plazo de cualquier fondo de inversión, los fondos de pensiones llevan todas las de perder debido a su estructura. Para que lo entendamos mejor, con idéntica política de inversión, las rentabilidades son mayores en un fondo de inversión que en un plan de pensiones.

En el caso de estos últimos los “regalos” son un duro lastre para este tipo de inversiones, a pesar de que las comisiones de gestión son relativamente bajas. Además, en la mayor parte de los casos, los clientes no tienen unas exigencias tan elevadas como en los fondos de inversión. De hecho muchas veces un cliente de un plan de pensiones se fija más en el regalo que recibe que en la rentabilidad que el plan le ofrece.

¿Los planes de pensiones son para todos?

Si se suman todas las ventajas y desventajas en cuanto a liquidez, rentabilidad y a nivel fiscal, el resultado es claro. Los planes de pensiones no son para todos los clientes. Eso no significa que no sea necesario pensar en un ahorro a largo plazo para cuando llegue la vejez. Sino que se pueden plantear alternativas para según qué perfiles.