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Invertir cuando todo baja

De buen seguro que no todos los corazones de todos los inversores estarán capacitados para invertir según este esquema aquí planteado, ni de buen seguro lo aquí planteado es aconsejable ni recomendable para todo tipo de inversores, pero para todos aquellos inversores a los que les guste el riesgo y las emociones fuertes la estrategia aquí planteada es ideal.

Y no sólo eso, a pesar de que esta estrategia pueda no ser apta para todo tipo de inversores, sí que lo conceptual de la misma debería ser asumido por todo el  mundo que de un modo y otro se dedica al ámbito de la inversión.

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Inversiones de telediario

Se habla mucho del “sentimiento del inversionista”, bien pues no existe nada más negativo para usted que dejarse guiar por ese sentimiento, y peor aún, no hay nada más desastroso para una buena inversión que el pasar a la acción por un sentimiento generalizado del mercado.

Atención, que decir lo anterior no significa que no se deban tomar en consideración las previsiones del mercado, los rumores que fluyen por el mismo o, incluso, en ocasiones sus propias intuiciones, pero de eso a dejarse guiar siempre por esos estados imaginados de la realidad y tomar las decisiones de inversión en base a ellos media un trecho muy grande.

Uno de los errores comunes de muchos inversores es precisamente el dejarse guiar por el sentimiento de mercado, por lo que hace el resto de la gente, por lo que es tendencia y moda en el sector y eso es muy arriesgado.

Las televisiones hablan de un determinado activo para invertir, en todos los periódicos se habla de lo que sube un determinado tipo de activos, en los foros de Internet se multiplican los debates sobre esos activos y las cifras de inversión en ese tipo de activas, ¡ese es el momento de huir de esa inversión no de adentrarse en ella!

La difícil psicología del inversor

Por supuesto decir lo anterior en la teoría es muy fácil, pero llevarlo a la práctica es muy difícil, pues por un lado la propia naturaleza humana empuja a ello, todo el entorno alimenta ese empuje y, además, las posibilidades reales de ganar con esa estrategia existen, pero no en el largo plazo y son arriesgadas.

No se trata de decir que cuando un mercado sube no se pueda invertir en él, puede invertirse en él por supuesto pues aún puede estar lejos de su techo, pero debe invertirse en todo caso con cautela pues el techo puede estar más cerca de lo que usted piense, la caída cercana y sus pérdidas garantizadas si en la caída se queda usted atrapado en la inversión.

Si usted decide seguir esa estrategia puede ser una buena opción para algunos activos y para un pequeño porcentaje de la cartera, no para todos los activos ni mucho menos para toda su cartera de inversión.

Ahora bien, si quiere invertir de forma realmente inteligente y de forma que usted tenga un alto potencial de rentabilidad apueste por aquellos activos (obviamente siempre que tenga un sentido invertir en ellos y que sean de calidad que bajan).

Cuando menos se hable de un activo en concreto, cuando menos esté en los periódicos y cuando menos gente se interese en el mismo mejor. Y si se habla de ese activo que sea para mal, por lo que está bajando, no por lo que sube, si ese es el caso invierta en él.

Por supuesto, lo anterior tampoco será aconsejable para todos los activos ni para invertir de esta forma en toda su cartera de inversión, pero sí que sirve para un determinado número de activos, un determinado porcentaje de la cartera y como valor conceptual general de las inversiones.

Un detalle debe tenerse muy claro ante esta estrategia, cuando un activo baja es el mejor momento para invertir en él pero obviamente siempre que el mismo tenga cómo mínimo racionales potenciales visos de emerger, pues sí por ejemplo se trata de acciones de una empresa que está en liquidación y no se espera ninguna operación corporativa que la reflote poco sentido tendrá invertir en algo que alcanzará un valor de cero y allí se quedará. Y luego, también debe tenerse presente que invertir a la baja es una buena opción pero siempre que se tenga planteada una opción cómo mínimo a largo plazo, un plazo suficiente para dar tiempo al activo a resurgir y volver a crecer.

Obviamente, el riesgo de perder existirá sea cual sea el camino de inversión que usted tome pues ese riesgo forma parte intrínseca de realizar una inversión y de la vida misma, pero de lo que se trata es de minimizar ese riesgo de pérdidas y sobre todo de quedarse con el concepto de que no todo lo que sube subirá siempre ni que todo lo que baja debe de ser desdeñado, al contrario.